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martes, 19 de mayo de 2009
jueves, 14 de mayo de 2009
Se inauguró el Club de Ajedrez PEÓN AL FONDO en la Casa del Escritor
Asistieron más de 20 jugadores a la primera partida
Es un club literario de ajedrez gratuito que también organizará actividades literarias y un ciclo de cine
Asistieron más de veinte jugadores entre los que se hallaban algunos campeones regionales y estatales, además de estudiantes de letras, niños y público en general.
Este club es coordinado por los estudiantes de literatura Guillermo Palacios, Miguel Ángel Martínez y Julio Cesar Lino quienes dijeron que el objetivo es promover la actividad ajedrecística considerando a esta actividad como fundamental en el desarrollo intelectual, creativo y artístico de la sociedad.
Agregaron que trabajarán aspectos técnicos y teóricos del ajedrez planteando la relación del ajedrez con el ámbito literario universal y nacional.
Otra de sus metas es organizar torneos, sesiones libres, conferencias, concursos de creación literaria, funciones de cine y dos talleres de ajedrez; uno de iniciación y el otro de literatura y ajedrez.
En su intervención, durante la inauguración del Club, Guillermo Palacios Valerdi dijo que:


La risa, el lamento, la furia, el drama de las fichas y el jugador sobre el día y la noche; la muerte: casilla clara, casilla oscura. La muerte persiguiendo por los cuadrantes no se sabe a quien: si al jugador que rumia tenacidad y pasión o a los trebejos humedecidos, secos y vueltos a humedecer compañeros del hombre que son esas piezas por momentos colosales y vivas capaces de derrumbar al hombre más sólido para clausurarlos en el tablero de ajedrez. La vida también amando no se sabe a quien. Cuando se juega vivimos, cuando morimos jugamos al jaque mate “el rey ha muerto”, ¡sigues vivo! con el tablero sudoroso y con las fichas en extraña posibilidad de vivir de nuevo. Acaba la partida. Las posibilidades y despliegues de la existencia las confirma la coronación, ese peón al fondo, en octava fila, la renovación con el corazón latiendo…Por su parte, Miguel Ángel Martínez Barradas, afirmó que:
Peón al fondo. Transmutado. Renacido. Los movimientos son ilimitados, pero las opciones son pocas. Dama, Torre, Caballo o Alfil, no hay más. No hay Rey ni cambio de bando. En este mundo siempre se es un peón sin importar quién sea ahora esa pieza coronada, o quiénes seamos nosotros cuando hayamos atravesado el campo de batalla. Una mano invisible nos domina y nos obliga a matar, porque eso es el ajedrez, es muerte. El ajedrez es un arte, el arte de la destrucción y no hay más… Las piezas de ajedrez avanzan lentamente con una soga atada al cuello, y su muerte, imprecisa, llegará en cuanto la invisible mano que las mueve, quizá la mano dios, o la de un dios detrás de dios, las traicione haciendo tirar del otro extremo de la soga… Como peones soñamos con llegar al fondo, con ser otros, pero sólo soñamos. En apariencia somos algo, desnudos somos polvo. Polvo no enterrado, polvo que vuela en el aire buscando el sueño perdido y que termina en una caja, en una caja que nos hace iguales, pues bajo la hoz de la muerte los reyes, como los peones, no existen. Peón al fondo, peón transmutado en Dama, peón de polvo. Nada.

Los organizadores finalizaron informando que Peón al fondo dará servicio de préstamo de tableros y piezas de lunes a viernes en horario de 12 a 19 horas y los sábados de 10 a 14 horas; que el diseño original de los seis tableros fue realizado por la artista gráfica Elizabeth Torón; y, por último, que cuentan con el patrocinio de Clubescaque.com.mx, organización que proporcionará materiales para las clases de ajedrez en la Casa del Escritor, y un juego completo al ganador del primer torneo que se realizará próximamente.
Etiquetas:
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Puebla
lunes, 11 de mayo de 2009
Boletín de Prensa
BOLETÍN DE PRENSA
071/09
SECRETARÍA DE CULTURA DE PUEBLA
DIRECCIÓN DE LITERATURA
5 ORIENTE # 201
CENTRO HISTÓRICO
TEL. Y FAX (222) 246 33 29
casadelescritor@puebla.gob.mx
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Heroica Puebla de Zaragoza. Día 11 de mayo, año 2009
La Casa del Escritor y Escaque, tienda especializada en artículos para ajedrecistas, anuncian la apertura del
Club de Ajedrez “Peón al Fondo”
que iniciará sus actividades con una primera partida en seis tableros que se realizará el próximo miércoles 13 de mayo a las 1700 horas en la Casa del Escritor.
Otras actividades que se tienen planeadas son la impartición del curso
“Ajedrez y Literatura"
durante el próximo verano, a cargo de Guillermo Palacios Valerdi
Además, organizaremos el primer torneo de ajedrez
“Memorial Juan José Arreola”
y un Taller de Iniciación Ajedrecística
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CRESTOMATIA AJEDRECÌSTICA:


El ajedrez es la forma de conformarse del hombre para saciar su sed, su nostalgia de infinito, conformarse en hacer la guerra allí en un espacio limitado pero al mismo tiempo capaz de alojar al infinito.¿cuál es el infinito? Las infinitas complicaciones que crean entre si las piezas del ajedrez.
Juan José Arreola
El ajedrez se trata de un duelo de un hombre contra otro, donde lo que es la personalidad del hombre queda comprometida. Cada jugador lucha contra su enemigo interior que es su torpeza o sus hallazgos.
Juan José Arreola
- El ajedrez – dice Arreola- nace al pie de la torre de Babel como una especie de proposición: ¿quieres embarcarte en la aventura espacial más grande que tu razón pueda concebir?; ¿quieres agotar todos los recursos de tu imaginación?: yo te voy a proponer la trampa mental: el gambito de las 64 casillas. En un espacio limitado de ocho casillas por ocho, que pueden ser de un centímetro o de un metro, el hombre encuentra y captura el infinito.
-El tablero que se encontró al pie de la torre de Babel – continúa Arreola – aparece después en Egipto y se habla de una reina de la decimoctava dinastía tan aficionada al juego del ajedrez, que pide ser envuelta en un sudario de 16 casillas; en los relieves se advierte la imagen de dos personas que juegan sobre un tablero con piezas verticales, no con fichas, ¡con piezas erectas!
Se ha dicho – prosigue Arreola mientras mueve un caballo – que el ajedrez fue traído a Europa por los cruzados, pero no es cierto. Por el norte africano, el ajedrez llega a Europa con los primeros árabes que ingresan en España. De allí se difunde por todas partes. En Europa el ajedrez es anterior a las Cruzadas. Ya en el siglo nueve existe en Europa un tratado de ajedrez donde se habla de torres, de alfiles, de rey y dama, con detalles interesantísimos: el alfil, por ejemplo, es considerado un ministro; luego, en Inglaterra, se convierte en obispo, mientras que para los franceses siempre es un juglar: el fou: el loco. Con los peones llegan a sutilezas increíbles: se les otorgan especializaciones: el peón de caballo-dama es labrador, el peón de alfil-rey es tejedor. Eso, y la simbología, que continúa válida en nuestro tiempo. Al alfil, por ejemplo, lo podríamos calificar de maquiavélico, porque se mueve siempre de manera oblicua. El alfil es el José Fouché del ajedrez, avieso como político. La torre, en cambio, es un castillo, es recta, sólida.
- Desde luego – continúa Arreola -, por razones psicológicas hay personas que mueven mejor los alfiles que los caballos. Un audaz preferirá jugar con caballos. Una persona prudente tratará de cambiar de inmediato la dama, los alfiles y los caballos para jugar con torres…”Oblicuo alfil y reinas agresoras”, decía Borges.
Curiosamente – sigue diciendo Arreola - los más grandes enemigos en el ajedrez se buscan el uno al otro, se necesitan mutuamente para confrontarse y para resolver esa querella universal que significa lo antagónico. El más grande drama de Capablanca no fue que Alekhine le arrebatara el campeonato del mundo, fue que Alekine lo eludió, no le dio jamás la revancha y prefirió jugar con Max Euwe, el holandés.
De repente hay jaque mate inesperado y Arreola pierde.
Todo lo que me ha dicho lo publiqué ya hace muchos años en mi libro Talacha Periodística. Allí lo tienes.
Talacha periodística (1983) • Leñero, Vicente.
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El Rey negro. Charles d’Orleans
Yo soy el tenebroso, el viudo, el inconsolable que sacrificó la última torre para llevar un peón femenino hasta la séptima línea, frente al alfil y el caballo de las blancas.
Hablo desde mi base negra. Me tentó el demonio en la hora tórrida, cuando tuve por lo menos asegurado el empate. Soñé la coronación de una dama y caí en un error de principiante, en un doble jaque elemental...
Desde el principio jugué mal esta partida: debilidades en la apertura, cambio apresurado de piezas con clara desventaja... Después entregué la calidad para obtener un peón pasado: el de la dama. Después...
Ahora estoy solo y vago inútil de blancas noches y de negros días, tratando de ocupar casillas centrales, esquivando el mate de alfil y caballo. Si mi adversario no lo efectúa en un cierto número de movimientos, la partida es tablas. Por eso sigo jugando, atenido en última instancia al Reglamento de la Federación Internacional de Ajedrez, que a la letra dice: Inciso 4) Cuando un jugador demuestra que cincuenta jugadas, por lo menos, han sido realizadas por ambas partes sin que haya tenido lugar captura alguna de pieza ni movimiento de peón.
El caballo blanco salta de un lado a otro sin ton ni son, de aquí para allá y de allá para acá. ¿Estoy salvado? Pero de pronto me acomete la angustia y comienzo a retroceder inexplicablemente hacia uno de los rincones fatales.
Me acuerdo de una broma del maestro Simagin: el mate de alfil y caballo es más fácil cuando uno no sabe darlo y lo consigue por instinto, por una implacable voluntad de matar.
La situación ha cambiado. Aparece en el tablero el Triángulo de Deletang y yo pierdo la cuenta de las movidas. Los triángulos se suceden uno tras otro, hasta que me veo acorralado en el último. Ya no tengo sino tres casillas para moverme: uno caballo rey y uno y dos torre.
Me doy cuenta entonces de que mi vida no ha sido más que una triangulación. Siempre elijo mal mis objetivos amorosos y los pierdo uno tras otro, como el peón de siete dama. Ahora tres figuras me acometen: rey, alfil y caballo. Ya no soy vértice alguno. Soy un punto muerto en el triángulo final. ¿Para que seguir jugando? ¿Por qué no me dejé dar el mate pastor? ¿O de una vez el del loco? ¿Por qué no caí en una variante de Legal? ¿Por qué no me mató Dios mejor en el vientre de mi madre, dejándome encerrado allí como en la tumba de Filidor?
Antes de que me hagan la última jugada decido inclinar mi rey. Pero me tiemblan las manos y lo derribo del tablero. Gentilmente mi joven adversario lo recoge del suelo, lo pone en su lugar y me mata en uno torre, con el alfil.
Ya nunca más volveré a jugar al ajedrez. Palabra de honor. Dedicaré los días que me queden de ingenio al análisis de las partidas ajenas, a estudiar finales de reyes y peones, a resolver problemas de mate en tres, siempre y cuando en ellos sea obligatorio el sacrificio de la dama.
Tomado del “Confabulario Total” (1962) de Juan José Arreola
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domingo, 10 de mayo de 2009
Bienvenidos

El club literario de ajedrez "Peón al fondo" es coordinado por Guillermo Palacios, Miguel Ángel Martínez y Julio Cesar Lino. Nuestro objetivo es promover la actividad ajedrecística considerando a ésta como fundamental en el desarrollo intelectual, creativo y artístico de la sociedad. Para esto se trabajarán aspectos técnicos y teóricos del ajedrez planteando la relación del ajedrez con el ámbito literario universal y nacional.
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